No dejes que los recuerdos de tu pasado limiten el potencial de tu futuro.
Avanzando estos tres pasos, llegarás más cerca de los dioses: 1) Habla con verdad. 2) No te dejes dominar por la cólera. 3) Da, aunque no tengas más que muy poco que dar.
Cerezos en flor y recuerdos de seres queridos. Todos tan lejos de aquí.
Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones.
Cómo decir, amor, en qué momento te rompes dulcemente entre las manos, sin quejas, sin recuerdos, sin arcanos y tal vez sin temor ni sufrimiento.
Cuando joven, de ilusiones; cuando viejo, de recuerdos.
Cuanto más hacienda dejes, más esperada es tu muerte.
Duda cuanto quieras, pero no dejes de actuar.
El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.
El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos.
En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña.
Guarda los buenos recuerdos para los malos momentos y escucha... Apuntate a la vida, a decir lo que sientes, a sentir lo que vales, a soñar lo que quieres y a saber que te sobra con tener lo que tienes.
Hace algún tiempo persiguen tus recuerdos mis caminos y sudan bajo el sol, tras mis talones los días más felices ya vividos.
Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente.
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
La sed de los recuerdos tendrá lluvia de olvido.
La vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas.
Las cosas se descubren a través de los recuerdos que de ellas se tienen. Recordar una cosa significa verla por primera vez.
Legamos amor a nuestras mujeres; recuerdos a nuestros hijos; pero en los campos quemados por la guerra, a los amigos legamos el caminar.
Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.
Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.
Los hombres viven del olvido; las mujeres, de recuerdos.
Los recuerdos comunes son a veces los más pacíficos.
Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.
Los recuerdos son los cabellos blancos del corazón.