A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.
El amigo que está en silencio con nosotros, en un momento de angustia o incertidumbre, que puede compartir nuestro pesar y desconsuelo. . . Y enfrentar con nosotros la realidad de nuestra impotencia, ése es el amigo que realmente nos quiere.
Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un amigo, tu corazón; a un niño, buen ejemplo; a un padre, respeto; a tu madre, sentirse orgullosa; a ti mismo, quererte; a todo hombre, caridad.
Lo que no tenemos lo encontramos en un amigo. Creo en este obsequio y lo cultivo desde la infancia. No soy en ello diferente a la mayor parte de los seres humanos. La amistades la gran liga inicial entre el hogar y el mundo. El hogar, feliz o infeliz, es el aula de nuestra sabiduría original pero la amistad es su prueba.
Mi padre era poco amigo de explicaciones. Pienso que tal vez prefería enfrentarme al paisaje, a los hombres, a las cosas que pueden ayudar a entender la vida, para que poco a poco yo sacara mis propias conclusiones. Tenía, sí, el buen tacto de no ofrecerme espectáculos vulgares. Muchas veces, con una mirada o una palabra, me ordenaba alejarme de gentes que él no consideraba oportunas o dignas para mis ojos.
Preferiría perder a mi mejor amigo antes que a mi peor enemigo. Ya sabe usted que para tener amigos sólo se necesita ser bondadoso; pero cuando a un hombre no le queda un enemigo es que debe de haber en él algo mezquino.
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión.
Un hombre le había injuriado malamente y no tomó pena ni se movió por ello, y como un amigo suyo se maravillase mucho, díjole: A mí no me dice mal, porque lo que dice no me compete a mí ni en mí se hallará. Al revés lo hace ahora el común de la gente que más se altera cuando no merece las injurias que se les dicen.
Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades; él es el campo que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento; él es vuesra mesa y el fuego de vuestro hogar. Cuando os alejéis de vuestro amigo no sintáis dolor. Porque lo que más amáis en él quizás esté más claro en su ausencia.
Yo digo "el miedo te abraza como un amigo". Es un regalo de la naturaleza a nosotros. Es la mejor arma para la libertad... permite que nos escapemos o que luchemos con energía más allá de nuestra capacidad.
¿por qué me matas?, ¿y qué, no estás al otro lado del agua?.Amigo mío, si estuvieras de este lado sería injusto matarte y yo sería un asesino. Pero, como estás al otro lado, esto es justo y yo soy un valiente. ¡bonita justicia la que tiene por límite un río!.