Prefiero ser misógino a machista; es mejor no soportar a una mujer que despreciarla.
Prefiero verte con ella.. prefiero incluso morir.. prefiero amarte en silencio .. antes que verte sufrir.
Primero tienes que aprender las reglas del juego. Luego tienes que jugar mejor que nadie.
Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien.
Puede ser que la religión esté muerta. Si es así, mejor intentemos descubrir otras fuentes de fuerza moral, antes de que sea demasiado tarde.
Puede ser, entonces, que la forma nos sirva mejor cuando actúa como obstrucción, para desconcertarnos y desviar el curso que pensábamos seguir. Puede ser que cuando ya no sepamos qué hacer hayamos llegado a nuestro verdadero trabajo, y que cuando ya no sepamos adónde ir hayamos comenzado el verdadero viaje. La mente que no se desconcierta no se está empleando. El arroyo que encuentra un obstáculo es el que canta.
Que en lugar de apuntar hacia un enemigo difuso, es mejor esperar que se torne en amigo, es mejor contar hasta diez con el palo en la mano, es mejor dejar una salva para mañana.
Que mejor almohada que no saber de mañana.
Que poca cosa es la realidad, mejor seguir, mejor soñar, que lo que vale no es el día, pero el sol, está, no es de papel es de verdad.
Querer deducir ciertas cosas de la sabiduría de Dios no es mucho mejor que hacerlo a partir del propio entendimiento.
Quien no está ocupado en nacer, está ocupado en morir.
Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
Raramente confiaremos en alguien que es mejor que nosotros.
Recordar es el mejor modo de olvidar.
Recuerda que eres tan bueno como lo mejor que hayas hecho en tu vida.
Respirar es un hábito. La vida es un hábito o, mejor dicho, una sucesión de hábitos, ya que un individuo es una sucesión de individuos.
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis.
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad.
Saber morir cuesta la vida.
Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo.
Se juega mejor con 10 que con 11.
Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión.
Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras.
Ser mejor equivale a haber cambiado muchas veces.