La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren.
La fe puede ser sucintamente definida como una creencia ilógica en que lo improbable sucederá.
La gente no puede descubrir nuevas tierras hasta que tenga el valor de perder de vista la orilla.
La guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz.
La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable.
La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia.