El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido,pero no derrotado.
El hombre no se da cuenta de cuánto puede hacer, más que cuando realiza intentos, medita y desea.
El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros.
El hombre puede renunciar a todos los placeres que quiera, pero no va a renunciar a su sufrimiento.
El hombre puede trepar hasta las cumbres más altas, pero no puede vivir allí mucho tiempo.
El hombre sólo puede ser esclavizado cuando es bastante débil para escuchar la razón.
El jurado está compuesto por doce personas elegidas para decidir quien tiene el mejor abogado.