Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir.
Estoy aquí por estar, y la nieve sigue cayendo.
Flirtear es el arte de hacer caer a una mujer en tus brazos sin caer en sus manos.
Flores en primavera, la luna en otoño, una brisa fresca en verano, nieve en invierno. Si tu mente no está ocupada de cosas innecesarias, ésta es la mejor estación de tu vida.
Hace falta estar a punto de morirse para caer en la cuenta de que nada en esta vida tiene la más mínima importancia, pero claro, en ese momento lo jodido es que ya tampoco te sirve para nada haberlo descubierto.
Hay caídos que no se levantan para no volver a caer.
Hay hombres que no suben después de caer.
La alondra se estira y se deja caer. Si verde es la cebada.
La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama. Hoy tienes una ocasión de demostrar que eres una mujer además de una dama.
La luna, la nieve, y ahora a través de la llovizna, ¡la luz de la mañana!.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
La moderación es un temor a caer en la envidia y en el desdén que merecen los que se embriagan con su dicha; es una vana ostentación de la fuerza de nuestro ánimo; y finalmente, la moderación de los hombres que se ven muy encumbrados es un deseo de parecer más grandes aún que su buena fortuna.
La nieve no rompe las ramas del sauce.
La nieve se derritió En la espalda del gran buda.
Libertad: El peso más formidable que puede caer sobre las espaldas de un hombre.
Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo.
Lleno estaba el mundo de amigos cuando aún mi cielo era hermoso. Al caer ahora la niebla los ha borrado a todos.
Lo que he hecho es mostrar que es posible que la forma en que comenzó el universo esté determinada por las leyes de la ciencia. En ese caso, no sería necesario apelar a dios para decidir cómo comenzó el universo. Esto no prueba que no exista dios, sólo que dios no es necesario.
Lo único que yo ambiciono y deseo es no caer en la necesidad de vanagloriarme por mis virtudes y por mi inteligencia, y no pregonar mis buenas acciones.
Los claros del cielo y la luna y la nieve son un color.
Magia es probar a saltar sin mirar, es caer y volver a empezar.
Más vale caer con honor que ganar con fraude.
Más vale caer en gracia que ser gracioso.
Mi único credo. La montaña del tesoro, las flores de seis pétalos de la nieve.