Perdonamos fácilmente a nuestros amigos los defectos en que nada nos afectan.
Pocas cosas resultan más satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes.
Poseo entre mis noches no sé qué incertidumbre ...y ese miedo infernal a las ausencias.
Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores.
Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.
Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil.
Si bien es cierto que las alegrías son cortas, tampoco nuestros pesares son muy largos.