La felicidad está en la ignorancia de la verdad.
La felicidad está en mil cofres. Pero todos tenemos alguna llave.
La felicidad está más con el pobre que considera que tiene bastante que con el rico, que nunca cree que tiene bastante.
La felicidad está precisamente donde no cuidamos de buscarla.
La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.
La felicidad no consiste en desear cosas sino en ser libre.
La felicidad no consiste en vivir bien y tener un excelente nivel de vida, sino en saber vivir. Es frecuente captar esto cuando la vida se acaba.
La felicidad no es algo que se experimenta sino algo que se recuerda.
La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.
La felicidad no es posible sin el amor.
La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia.
La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.
La felicidad no mira de dónde nace, sino adónde puede llegar.
La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.
La felicidad nos espera en algún sitio a condición de que no vayamos a buscarla.
La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
La felicidad proviene de la capacidad de sentir profundamente, de disfrutar simplemente, de pensar libremente, de arriesgar la vida, de ser necesitado.
La felicidad que da el dinero está en no tener que preocuparse por él.
La felicidad radica, ante todo, en la salud.
La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.
La felicidad reúne, pero el dolor une.
La felicidad siempre viaja de incógnito. Sólo después que ha pasado, sabemos de ella.