A las personas les interesa nuestro destino exterior; el interior, sólo a nuestro amigo.
Al carajo con la verdad. El estilo es más importante: cómo hacer una por una cada cosita.
Al hacer una profunda reverencia a alguien, siempre se vuelve la espalda a algún otro.
Aquello que nunca se debe hacer en público, es hablar de sexo, política o religión.
Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.