Tantas veces que juntaste fuego para mí, para mis huesos. Pero yo era leña verde.
Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celeste, la conciencia.
Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas.
¡Fuego, la mañana hace fuego y nos golpea los corazones! Levantémoslos arriba, siempre arriba.