Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas.
Hay que acostumbrarse a vivir con los enemigos, ya que no a todos podemos hacerles nuestros amigos.
Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir ante el espejo.
La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias sólo a nuestra vanidad.