Tal es el sino de todo libro que se presta: con frecuencia se pierde, siempre se estropea.
También quise expresar la fuerza del cine para esconder la realidad mientras entretiene.
Tan sola no me has dejado, que estoy conmigo y me basta, igual que siempre lo he estado.
Tantas veces que juntaste fuego para mí, para mis huesos. Pero yo era leña verde.
Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
Ten el valor de la astucia que frená la cólera y espera el momento propio para desencadenarla.