No hay más goces reales en el mundo que el amor fiel de la casa, y la amistad en los pocos hombres buenos.
No hay mejor amor que el que nunca ha sido. Los romances que alcanzan a completarse conducen inevitablemente al desengaño, al encono o a la paciencia; los amores incompletos son siempre capullo, son siempre pasión
No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
No hay palabra ni pincel que llegue a manifestar amor de padre.
No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera.
No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.
No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.
No nací para compartir el odio, sino el amor.
No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.
No puede haber una revolución total sino una revolución permanente. Como el amor, es el goce fundamental de la vida.
No sabe qué es amor quien no te ama, no sabe qué es amor quien no te mira...
No se acaba el amor solo con decir adiós, hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido, ni nos borra del mapa.
No se accede a la verdad sino a través del amor.
No se porque no iba a haber una máquina que escribiese cartas de amor. ¿Acaso no son todas iguales?
No se puede mantener viva la llama del amor, sin confianza ni esperanza.
No se puede poner precio al amor, pero sí a todos sus accesorios.
No se puede ser artista si no se ha perdido algo, los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados..
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... el tronco seco dará nuevas hojas
No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni crüel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas.
Noche mucho más noche: el amor ya es un hecho.
Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo.
Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.
Nuestro amor es como la llovizna que cae quedamente (silenciosmente), pero desborda el río.
Nuestro amor propio sufre con mayor impaciencia la condenación de nuestras aficiones que la de nuestras pasiones.
Nuestro amor puede ser lo que tú quieras, hoy tan sólo es mi sueño..., nada más.