No creo que existan reglas sobre los asuntos del amor y la cantidad de compasión que conllevan.
No es filósofo quien teniendo una filosofía en la cabeza no la tiene además en el corazón.
No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos.
No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo.