Hay un método secreto para volver del casino con una pequeña fortuna: ir con una gran fortuna.
Haz de tu alma un diamante, a cada golpe una faceta más, para que un día sea toda luminosa.
He hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta.
He leído en alguna parte que para amarse hay que tener principios semejantes, con gustos opuestos.
He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.