Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida.
Blancas palabras, pero mi corazón seguirá cerrado.
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Bromear es una de las cosas amenas de la vida, pero cuesta muchos años de aprendizaje.
Buena cosa es tener amigos, pero mala el tener necesidad de ellos.
Buena es la pelea ganada, pero es mejor la evitada.
Bueno es carecer de vicios, pero es muy malo no tener tentaciones.
Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.
Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero.
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
Cada cual es como Dios le ha hecho, pero llega a ser como él mismo se hace.
Cada dogma tiene su día, pero los ideales son eternos.
Cada uno de nosotros posee más virtudes de lo que cree, pero sólo el éxito las pone de relieve, quizá porque entonces se espera que dejemos de manifestarlas.
Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste, más o menos lejano, en que, por fin, debe aceptar que es un hombre.
Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley.
Cada virtud sólo necesita un hombre; pero la amistad necesita dos.
Cambia de placeres, pero no cambies de amigos.
Cásate y harás bien; no te cases y harás mejor: pero no olvides que lo mejor es enemigo de lo bueno.
Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga.
Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder.
Chau, amor mío, pero el desencanto puede ser tán fuerte por quererte tanto que ni aún la muerte pueda ahogar el llanto de mi soledad.
Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable.
Ciertos hombres tienen el talento de ver mucho en todo. Pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay, y nada de lo que hay.
Claro que hay que romper las barreras, pero ¿con qué ariete?