Y no hables más muchacha, corazón de tiza. Cuando todo duerma, te robaré un color.
Y yo, ciego y mortal, hacia tu carne, hacia las soledades de tu pecho pongo mi corazón y escucho.
Yo voy donde no haya entes que me digan nada y tenga que rendir examen de pureza entre impuros.
¿O fue creado para estar siquiera un momento en las cercanías de tu corazón?.
¿Por qué hay miedo en tu corazón? detrás de tus pechos crecen flores, hueles a manzanas y eternidad.