Un capuchino decía: "¡Qué sabio ha sido Dios poniendo la muerte después de la vida! Porque si la hubiera puesto antes, no hubiéramos tenido tiempo para hacer penitencias".
Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir errores.
Un científico tiene la libertad, y debe tomársela, de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de buscar cualquier evidencia, de corregir errores.
Un cuadro debe ser pintado con el mismo sentimiento con que un criminal comete un crimen.
Un cuerpo aloja una vida. Y un corazón la acaricia.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que "sí".
Un especialista es una persona que cada vez sabe más sobre menos, hasta que termina sabiéndolo todo sobre nada... y nada sobre todo.
Un hombre consecuente con su sistema de vida es ciertamente un espíritu estrecho.
Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.
Un hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas.
Un hombre debe vivir cerca de sus superiores como cerca del fuego: ni tan cerca que se queme ni tan lejos que se hiele.
Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los bienes de los ricos.
Un hombre honesto debe obtener la estima pública sin haberlo previsto, y por así decirlo, a pesar suyo. Quien se dedica a buscarla revela su estatura.
Un hombre no puede actuar con acierto en un nivel de su vida si está ocupado actuando desacertadamente en otro. La vida es un todo indivisible.
Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se ha equivocado, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
Un hombre nunca debe descuidar a su familia por cuidar sus negocios.
Un hombre sabio debe tener dinero en su cabeza, pero no en su corazón.
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Un hombre, por regla general, le debe muy poco al entorno donde nació. Un hombre es lo que él hace de sí mismo.
Un humanismo bien ordenado no comienza por sí mismo, sino que coloca el mundo delante de la vida, la vida delante del hombre, el respeto por los demás delante del amor propio.
Un libro debe construirse como un reloj y venderse como un salchichón.
Un líder sabe qué se debe hacer. Un administrador sólo sabe como hacerlo.
Un maestro que sabe estimular a sus alumnos y da a cada uno de ellos su confianza, obtendrá con más facilidad buenos resultados que aquel otro frío, distante y más crítico, que no sabe llevar un espíritu de lucha y esfuerzo a su alumnado.
Un matrimonio exitoso es un edificio que se debe reconstruir diariamente.
Un pequeño cambio positivo puede cambiar tu día entero o tu vida entera.