Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis.
Si alguno os quiere robar la esposa, la mejor forma de vengaros de él es dejar que se la lleve.
Si con refranes, y no con leyes, se gobernara, el mundo andaría mejor que anda.
Si tu mejor amigo te incrusta un puñal en la espalda... desconfía de su amistad.