El ambicioso es un esclavo de lo mucho que desea. El hombre libre nada desea.
El hombre es libre cuando nada teme ni nada desea.
El hombre es libre, tiene que ser libre. Su primera virtud, su gran hermosura, su gran amor es la libertad.
El hombre es un ideal de conducta libre.-
El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo, es responsable de todo lo que hace.
El hombre está condenado a ser libre.
El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos.
El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra sujeto con cadenas.
El hombre nace libre, responsable y sin excusas.
El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.
El valor económico del trabajo de un hombre está determinado, en un mercado libre, por un solo factor: El consentimiento voluntario de aquellos con la voluntad de comerciar con él a cambio de sus productos o de su trabajo.
Es preciso que a veces el hombre libre tome la libertad de ser esclavo.
La amistad es el más perfecto de los sentimientos del hombre, pues es el más libre, el más puro y el más profundo.
La emision de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar.
La religión no admite, no puede admitir, un hombre libre. Solamente acepta el homenaje de los postrados, y desprecia las ofrendas de los que se alzan erguidos.
Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.
Lo más perfecto que hay en el hombre está libre del poder de los hombres.
Ninguno nace libre de vicios; y el hombre más perfecto es aquel que sólo tiene los pequeños.
No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres. Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos.
No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.
Para juzgar si un hombre es libre no te pares a mirar sus dignidades, porque, al contrario, más esclavo es cuando más elevado cargo desempeña.
Ser hombre es ser libre. El sentido de la historia es que nos convirtamos realmente en hombres.
Si dios existe, el hombre es esclavo; ahora bien, el hombre puede y debe ser libre; por consiguiente dios no existe.
Si quieres conocer a un hombre libre, observa a aquel que crea.
Sin el conocimiento libre, sin comprender el trabajo y las funciones de "la máquina", el hombre no puede ser libre, no puede gobernar a sí mismo y siempre va a seguir siendo un esclavo.