Los defectos son muchos cuando el amor es poco.
Los hombres más capaces de pensar sobre el amor son los que menos lo han vivido; y los que lo han vivido suelen ser incapaces de meditar sobre él.
Los juramentos son la moneda falsa con la que se paga la mercancía del amor.
Los niños son como Dios, llenos de ternura, paz y con el lenguaje universal del Amor.
Los niños son siempre el símbolo del eterno matrimonio entre el amor y el deseo.
Los platónicos olvidan excesivamente que el amor es una física antes de ser un ensueño.
Los sentimientos de amor y temor de dios no tienen su origen en dios, si no en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende sea su padre.
Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar, dime mujer, cuando el amor se olvida, ¿sabes a donde va?
Mares, alas, intensas luces libres, sonarán en mi alma cuando vibres, ciega de amor, tañida entre mis brazos.
Mariposa: qué triste me quedo sin tu luz que mi amor ilumina, te me vas...te me vas... y no puedo retener tu silueta divína.
Más fácil es encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.
Más grande que el amor a la libertad es el odio a quien te la quita.
Más nos valdría aprender a hacer el amor correctamente que devanarnos los sesos delante de un libro de historia. La fidelidad existe cuando el amor es más fuerte que el instinto.
Más risas, menos preocupación. Más compasión, menor juzgar. Más bediciones, menos estrés. Más amor, menos odio.
Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
Mi amor por ti es mucho más que amor, es algo que se amasa día a día, es proyectar tu sombra junto a mí, hacer con ellas una sola vida.
Mi amor sabe aguardar. No es impaciente: su deseo es arroyo, y no torrente que hacia ti, con certeza, sigue andando.
Mi amor, dices que no hay amor a menos que dure para siempre. Tonterías, hay episodios mucho mejores que la obra entera.
Mi amor, mi amor... en la palma de mi mano agraces bayas.
Mi amor... mi fe... instilarán en tu pecho una calma preternatural. Descansarás por el cuidado... te pondrás mejor... y si no, Helen, si murieras.... entonces al menos aferraría yo tu mano querida en la muerte, y gustosamente... oh, alegremente, descendería contigo a la noche de la tumba.
Mi corazón único y noble tiene sus testigos en todos los países del amor que a tientas despertarán; y cuando el sueño ciego caiga sobre los sentidos en acecho será sensual el corazón aunque haya cinco ojos que se quiebren.
Miradas todas del amor, instantes divinos, moristeis prematuramente.
Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poesía de todos.
Mucho amor germina en la casualidad; tened siempre dispuesto el anzuelo, y en el sitio que menos lo esperáis encontraréis pesca.
Muere mucha más gente de enfermedades venéreas que de amor.