No puedo creer en un dios que quiera ser alabado todo el tiempo.
No queda al enfermo esperanzas cuando el médico aconseja la intemperancia.
No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres.
No quiero tenerte porque en mi ser todo estará terminado. Sólo quiero que surjas en mí como la fe en los desesperados, para que yo pueda llevar una gota de rocío en esta tierra maldita que se quedó en mi carne como un estigma del pasado.
No razonar, desaparecer, cuando tenias que estar, te echaste a correr, lo que hiciste en mí, no tiene perdón, y yo sé que me siento mucho mas fuerte sin tu amor.
No recuerdo todo lo que siento pero si siento todo lo que recuerdo.
No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.
No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy.
No se acuerda el cura de cuando fue sacristán.
No se ama verdaderamente sino cuando se ama sin razón.
No sé cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo.
No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin ponerlos a prueba.
No se disfruta verdaderamente la propia felicidad cuando falta la de los otros.
No sé en qué consiste que soy naturalmente curioso; es un deseo de saberlo todo que nació conmigo, que siento bullir en todas mis venas, y que me obliga más de cuatro veces al día a meterme en rincones excusados por escuchar caprichos ajenos.
No se es amigo de una mujer cuando se puede ser su amante.
No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse.
No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi.
No se puede descender dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos.
No sé que fue lo que hice para perderte, si ni cuenta me di cuando sucedió
No se sabe quien goza más; si la mujer cuando se casa o el hombre cuando enviuda.
No se sirva pues de ese elevado término de ideal cuando tenemos para eso, en el lenguaje habitual, la excelente expresión de mentira.
No sé soy creyente; cuando le preguntaban eso mismo a mi padre, él repondía, en broma, que era dudante. En lo que hace a mí mismo, no soy religioso. Tengo por ahí algún sarampión místico que repentinamente me inquieta.
No se va más lejos cuando se cambia de camino todos los días.
No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago.
No son recuerdos, que es vida, y verdadero el diálogo que contigo tengo, madre, cuando aquí nos encontramos.