No hay cristales de más aumento que los propios ojos del hombre cuando miran su propia persona.
No hay gente ineducada. Todo el mundo lo está; sólo que mucha gente está mal educada.
No hay propiamente edad de la vejez; se es viejo cuando se comienza a actuar como viejo.
No hay revolución sin revolucionarios - los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos.