Si uno se sabe de memoria las trescientas piezas del cancionero, pero cuando se le encargan las funciones de gobierno no es capaz de desempeñar (el puesto), o mandado en calidad de enviado al extranjero no se sabe contestar por sí mismo, ¿de qué sirve tanta erudición?.
Si usted pudiera ver mis pies cuando no llevo botas, se haría una idea de lo que es cariño no correspondido
Siempre es tarde cuando se llora.
Siempre he amado los dibujos... Cuando dibujas, miras mucho más intensamente algo.
Sin fe se puede perder un juego cuando ya casi está ganado.
Solamente cuando madura cae el fruto de la fortuna.
Solamente cuando ya no sabe lo que está haciendo, un pintor hace cosas buenas.
Solitario me encuentro cuando busco una mano y solo encuentro puños.
Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.
Sólo cuando los hombres aprenden a rezar empiezan a creer.
Sólo dañamos a los demás cuando somos incapaces de imaginarlos.
Sólo en la filosofía es donde cada pensador, cuando es original, determina no únicamente lo que quiere responder, sino lo que quiere preguntar para responder al concepto de filosofía.
Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.
Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande.
Sólo nos damos cuenta de la traición y de la amistad cuando ambas se cruzan... Allí podemos distinguirlas y compararlas, sentirlas y despreciarlas. El corazón no siente si los ojos no ven; pues, mis ojos ya vieron.
Sólo nos damos cuenta del valor del idioma cuando debemos escribir un telegrama.
Solo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente.
Sólo se progresa cuando se piensa que siempre se puede hacer algo más.
Sólo se reconoce el error cuando todo el mundo lo comparte.
Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón.
Somos felices cuando nuestro interior está correspondido por nuestro exterior.
Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos.
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
Soy el hombre más sencillo que existe, pero cuando siento un "grito" en mí, no acepto transformarlo en una "vocecilla" para complacer a los mudos y a los tartamudos. Pues yo no deseo agradar a nadie, ni tener discípulo ni ser discípulo. He venido a este mundo por algunos instantes y quiero lanzar un grito y partir. Nada más.
Su espíritu había perecido ahogado en su compasión; y cuando engrosaba y se desbordaba su compasión, siempre sobrenadaba una gran estupidez.