Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.
Los sabios están satisfechos cuando descubren la verdad, los necios cuando descubren la falsedad.
Los tontos no gustan de admirar las cosas sino cuando llevan una etiqueta.
Luz... cuando mis lágrimas te alcancen la función de mis ojos ya no será llorar, sino ver.
Me convertí en un niño delante de una muñeca que cierra los ojos cuando se la acuesta.