Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche, todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.
Desdichado el hombre en quien nada perdura del niño.
Desgraciado quien no haya amado más que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un día las volveréis a encontrar.
Despacito y con amor, se hacen las cosas mejor.
Desprenderse de una realidad no es nada: lo heroico es desprenderse de un sueño.
Después de haber besado sus cabellos de trigo, nada importa la culpa, pues no importa el castigo.
Después de la fuerza no hay nada más grande que su dominio.
Después de la muerte, el orden.
Después de la verdad nada hay tan bello como la ficción.
Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida
Después del amor, la simpatía es la pasión divina del corazón humano.
Después del amor, lo más dulce es el odio.
Después del crisantemo A parte el largo nabo Nada.
Después del poder, nada hay tan excelso como el saber tener dominio de su uso.
Días de mucho, vísperas de nada.
Dice hecatón: te descubriré un modo de provocar el amor sin filtro magico, sin hierbas, sin ensalmos de hechicera: si quieres ser amado, ama.
Dichoso es el que no espera nada porque siempre estará satisfecho.
Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
Dile que no recuerde y dile que no respire, amor, sin respirarme.
Dios es el gran silencio del infinito. El mundo todo habla de Él y para Él nada de lo que se diga lo representa tan bien como su silencio y su calma eterna.
Dios es la plenitud del cielo; el amor es la plenitud del hombre.
Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.
Dirigidos a una sola persona, y mutuos, caritas y amor, dan un matrimonio feliz.
Donde hay amor, hay dolor.
Donde hay celos hay amor, donde hay viejos hay dolor.