Si pudieras marcharte ahora y volver hace diez años.
Si uno hace lo que ama, es feliz.
Si yo me hubiera dedicado a la política. ¡oh atenienses!, hubiera perecido hace mucho tiempo y no hubiese hecho ningún bien ni a vosotros ni a mí mismo.
Sí, en el toreo está presente la muerte, pero como aliada, como cómplice de la vida: la muerte hace de comparsa para que la vida se afirme.
Siendo de dos una tristeza, ya no es tristeza, es alegría!
Solamente cuando ya no sabe lo que está haciendo, un pintor hace cosas buenas.
Solamente la existencia de Caín nos hace amar a Abel.
Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos son controlados y unificados, hace que le obedezcan los vientos y las tempestades del espíritu.
Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio.
Sólo se vive una vez, pero una vez es más que suficiente si se hace bien.
Somos temerosos de lo que nos hace diferentes.
Sonríe aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.
Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.
Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cual es.
Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.
Todos los momentos de placer se hallan contrapesados por un grado igual de dolor o de tristeza.
Torpe pérdida es la que por negligencia se hace.
Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... ¡Sé que aún me quedan lágrimas!.
Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.
Tu amor es consuelo en la tristeza, serenidad en el tumulto, reposo en la fatiga, esperanza en la desesperación.
Un amigo verdadero conoce tus debilidades pero te hace notar tus fortalezas; siente tus miedos pero fortifica tu fe; reconoce tu falta de habilidad pero acentúa tus posibilidades.
Un arqueólogo es el mejor marido para una mujer: cuanto mayor se hace ella, más le gusta a él.
Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover.
Un benefactor es el que me hace bien, incluso aunque haga mal a todo el mundo.