No te diré de qué fibra está formado el corazón que me sostiene: me será más dulce decir que lo tengo hecho de Ti, de tu sonrisa, y de las penas inmensas que me llegan contigo...
No te preocupes por tu corazón, te durará toda la vida.
No vayas con el corazón en la mano, lo helarán los demás.
Nuestra conducta es la única prueba de la sinceridad de nuestro corazón.
Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama.
Nunca faltarán ondas en la mar, ni ira y tristeza en el corazón del avariento.
Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.
Odiar es un despilfarro de corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.
Oh, falso amor, pocas veces das placer y muchas dolor!.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Paciencia muchas veces ofendida trastorna el juicio.
Para amar a una persona y perdonárselo todo basta con contemplarla un rato en silencio. A veces vivimos durante muchos años al lado de otra persona y sólo vemos de verdad en el momento de sobrevenirle una desgracia.
Para conocer la flor del ciruelo, tanto el propio corazón como la propia nariz.
Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.
Para gozar íntimamente y para amar se necesita soledad, más para salir airoso se precisa vivir en el mundo.
Para hacer de una casa un hogar se necesita vivir mucho en ella.
Para hacerse oír, a veces hay que cerrar la boca.
Para ir adelante de los demás, se necesita ver más que ellos.
Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos.
Para qué me curaste cuando estaba herido si hoy me dejas de nuevo el corazón partío
Para ser humilde se necesita grandeza.
Para tener un matrimonio feliz se necesita tener madurez intelectual, económica y emocional.
Para trabajar con éxito, téngase caridad en el corazón y paciencia en la ejecución.
Para triunfar en la lucha por la vida, el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra.