Esos pliegues de tu vestido, esas líneas de tus caderas, esos latidos del corazón...
Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
Existe un solo procedimiento para ser feliz merced al corazón, y es no tenerlo.
Fui amante de un maniquí de corazón usurero, me cuentan que el que yo fui perdía llegando primero
Guardarme de la violencia, ya se exprese mediante la lengua, el puño o el corazón.
Hablar con mucha cortesía a veces conquista y otras empalaga.
Hay gente que cree que el único equipo que se necesita para discutir de religión, es una boca.
Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
Hay que mantener sujeto el corazón; pues cuando se lo suelta no se tarda en perder la cabeza.