El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.
En amor la experiencia no cuenta para nada; porque si contase no se volvería a amar.
En la vida hay que ser un poco tonto porque sinó lo son sólo los demás y no te dejan nada.
Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma; la función vital es aprender.
Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.