Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.
Cada uno de nosotros está solo y, cuanto antes un hombre lo comprenda, mejor para él.
Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.
Cambiar de idioma, para un escritor, es como escribir una carta de amor con un diccionario.