Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.
Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna.
Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia.
Construyamos con nuestro corazón lo que a otros se les hace difícil construir con sus manos.