No sé qué es la conciencia de un tonto; pero la de un hombre intelectual está llena de tonterías.
Para que tu mano derecha ignore lo que hace la izquierda, habrá que esconderla de la conciencia.
Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celeste, la conciencia.
¡cuántas veces el hombre encolerizado niega rabiosamente aquello que le dice su conciencia!.