En la mayoría de los hombres la conciencia es una anticipación de la opinión ajena.
En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas : ley, opinión publica y conciencia.
Fácilmente estará contento y sosegado el que, de verdad, tiene la conciencia limpia.
La buena conciencia es tan alegre, que hace alegres a todas las molestias de la vida.