La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.
La tragedia es una experiencia que ilumina el carácter.
La vida paga sus cuentas con tu sangre y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor.
Lo que eres me distrae de lo que dices.
Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú.
Lo que te critiquen, hazlo. Porque eso eres tú.
Los demás no te dejarán vivir como deseas, pero si eres lo suficientemente ágil y fuerte, al menos no deberás vivir como ellos desean.
Los semejantes se atraen. Limítate a ser quien eres: sereno, transparente y brillante. Cuando irradiamos lo que somos, cuando sólo hacemos lo que deseamos hacer, esto aparta automáticamente a quienes sí tienen algo que aprender y también algo que enseñarnos.
Luego que has soltado una palabra, ésta te domina; pero mientras no la has soltado eres un domador.
Mariposa: qué triste me quedo sin tu luz que mi amor ilumina, te me vas...te me vas... y no puedo retener tu silueta divína.
Mi corazón es una playa triste, y tú eres una ola que viene y que se va.
No digas que eres mi amigo cuando no lo eres... Los Actos destruyen las palabras, y a su vez, las Palabras destruyen a los Actos...
No eres ambicioso: te contentas con ser feliz.
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.
No seas tan humilde, no eres tan grande.
No son nube ni flor los que enamoran; eres tú, corazón, triste o dichoso, ya del dolor y del placer el árbitro, quien seca el mar y hace habitar el polo.
Nunca eres demasiado viejo para tener otra meta u otro sueño.
Nunca te expreses más claramente de lo que eres capaz de pensar.
Oh, amada esperanza, aquel día sabremos, también, que eres la vida y eres la nada.
Para alcanzar las estrellas sonda el cisne la laguna; en el mar de los amores yo soy cisne y tú eres luna.
Para brillar con tu luz verdadera debes ser quien realmente eres.
Pobre eres,si no llevas repletas las arcas de tu corazón.
Por más que ambiciones, humilde o arrogante, sólo has de ser el dueño de lo que eres esclavo.
Porque tú eres la espuma de ese río que nace en tus llanuras de verano y muere en mis crepúsculos de frío.
Pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo.