Quien es capaz de hospedar bien a la desgracia, puede hospedar serenamente a la felicidad.
Quien escribe lo que le gusta a los demás puede ser un buen escritor pero nunca será un artista.
Quien lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
Quien pierde su fe no puede perder más.
Quien quiere a su madre no puede ser malo.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
Quien vive sin pensar, no puede decir que vive.
Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
Quiero encontrar para la mujer el equivalente del traje masculino.
Rara vez se equivoca quien piensa de las mujeres lo peor que puede.
Recomendad a vuestros hijos que sean virtuosos, sólo la virtud puede traer la felicidad, no el dinero.
Sabido es que un hombre de ciencia puede valer por diez mil soldados.
Sé pacifico; no vengarse puede ser también una forma de venganza.
Se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella.
Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.
Se puede amar sin sufrir cuando se ama sin enrojecer.
Se puede aplastar una nación religiosa, pero no dividirla.
Se puede atacar la religión en su culto, en sus bienes, en sus ministros; pero no se puede conseguir que una sociedad subsista sin religión. Un monje ignorante pero henchido de fe puede fundar un imperio; Newton, el incrédulo, pesará los mundos, pero no podrá crear un pueblo.
Se puede calificar de hombre superior el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.
Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.
Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.
Se puede hacer mucho con la diplomacia, pero desde luego se puede hacer mucho más si la diplomacia está respaldada por la imparcialidad y la fuerza.