La ciencia puede descubrir lo que es cierto, pero no lo que es bueno, justo y humano.
La conciencia es una voz interior que nos advierte que alguien puede estar mirando.
La conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe.
La fe puede ser sucintamente definida como una creencia ilógica en que lo improbable sucederá.