En la sombra, lejos de la luz del día, la melancolía suspira sobre la cama triste, el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza.
En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.
En lo que acción se refiere, el hombre no puede hacer otra cosa que aproximar o separar los cuerpos naturales; lo demás lo realiza la naturaleza.
En ninguno puede haber vicio, sino en el que puede haber virtud.
En nuestras costumbres, una mujer no puede hacer nada por sí misma: necesita seducir a un hombre para obligarle a que ejecute sus deseos.
En parte, el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar y, en parte, imita a la naturaleza.
En tres partes se divide el alma humana: en mente, en sabiduría y en ira.
En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces.
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección.
Enamorarse no es amar. Puede uno enamorarse y odiar.
Es amor bien pobre el que puede evaluarse.
Es bello lo que procede de una necesidad interna del alma.
Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar.
Es curioso que se le denomine sexo oral a la práctica sexual en la que menos se puede hablar.
Es imposible educar niños al por mayor; la escuela no puede ser el sustitutivo de la educación individual.
Es imposible traducir la poesía. ¿acaso se puede traducir la música?.
Es la muerte la falta de instrumentos del alma por los cuales se prolonga la vida.
Es más alegre que una bienvenida y más triste que un suspiro.
Es para mi difícil ver cómo alguien puede desear que el cristianismo sea verdad; porque si es así, el lenguaje común del texto parece mostrar que el hombre que no cree, y esto incluiría a mi padre, hermanos y casi todos mis amigos, serán condenados permanentemente. Y ésa es una doctrina detestable.
Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos.
Es simpleza o necedad llorar por lo que con llorar no se puede remediar.
Es tan fácil hacer sufrir a un ser que nos ama, tan fácil, que ni siquiera puede ser divertido.
Es terriblemente triste eso de que el talento dure más que la belleza.
Escribir es perdurar en la palabra, creo que sólo la ausencia puede nombrar a la ausencia. Pronunciar una palabra es fundar ya el olvido.
Eso de haber de abismarse en la incertidumbre y desesperar de la verdad, es un triste y miserable refugio contra el error.