No se trata de la meta. Se trata de crecer para convertirse en la persona que puede lograr esa meta.
No se trata de la situación, sino si reaccionamos negativamente o positivamente a la situación.
No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas.
No te nombro; pero estás en mí como la música en la garganta del ruiseñor aunque no esté cantando.
No, nada llega tarde, porque todas las cosas tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas