Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
Cuando fui con todos mis kilos de sonatas y sinfonías bajo el brazo y se los di, le dije: Maestra, éste es mi premio, lo recibí yo, en fin, aquí están mis obras.
Cuando hablamos de construir sociedades, nosotros los estadounidenses somos todos torpes. Cuanto más poderosos nos volvemos, más ignorancia revelamos acerca de la naturaleza de otras culturas.
Cuando la adversidad llama a tu puerta, todos los amigos están dormidos.
Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie.
Cuando llueve no todos nos mojamos.
Cuando se ama no tenemos ninguna necesidad de entender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros.
Cuando se trata de dinero todos somos de la misma religión.
Cuando tenemos los grandes tesoros delante de nosotros, nunca los reconocemos.
Cuando todos los astros se apaguen en el cielo, cuando todos los pájaros paralicen el vuelo cansados de esperarte, ese día lejano yo te estaré esperando todavía
Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.
Cuando todos te abandonan, Dios se queda contigo.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros.
Cuanto más conscientes somos de qué somos realmente, menos problemas tenemos.
Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos. No puedo no querer la sombra que tenemos, no apresar con ella el resplandor de un verso.
Cuidado con la tristeza. Es un vicio.
Dale vueltas al comunismo, en todos sentidos, y llegarás al punto que, de grado o por fuerza, el individuo deberá sacrificase a la colectividad o a la democracia comunista. Mientras una sociedad no me permita comer, vestir, morar, difundir mis ideas a mi manera y sin control alguno -a condición de que no domine ni explote a nadie- consideraré su fundamento como autoritario.
De noche todos los gatos son pardos.
De todos es errar; sólo del necio perseverar en el error.
De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir.
De todos los infortunios que aluden a la humanidad, el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y control de nada.
De todos los vicios que pueden malograr a un estadista, la virtud es la más funesta: empuja al crimen.
Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo.
Debemos de ser parientes de todos los seres y de todas las cosas.