No hay gente ineducada. Todo el mundo lo está; sólo que mucha gente está mal educada.
No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.
No hay revolución sin revolucionarios - los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos.
No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.
No podemos arrancar una página del libro de nuestra vida, pero podemos tirar todo el libro al fuego.
No sé cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo.
No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin ponerlos a prueba.