Todo el mundo ansia alguna vez aquello que no está asignado para él.
Todo el mundo comete errores. La clave es cometerlos cuando nadie nos ve.
Todo el mundo cree que puede decir algo cuando se habla del tiempo, de las enfermedades y del bien y el mal.
Todo el mundo cuenta como ganó sus primeras cien pesetas; nadie cuenta como ganó su último millón.
Todo el mundo debería tener el suficiente dinero de mierda para poder mandar a la mierda a todo el mundo.
Todo el mundo desea saber, pero pocos están dispuestos a pagar el precio.
Todo el mundo desea ser feliz, pero no que lo sea todo el mundo.
Todo el mundo puede tener un buen día. El problema aparece cuando tenemos un mal día. Es entonces cuando nos ponemos a prueba. En un sentido tangible, un mal día, mucho más que un buen día, muestra nuestra verdadera esencia.
Todo el mundo quisiera vivir largo tiempo, pero nadie querría ser viejo.
Todo el mundo se queja de no tener memoria y nadie se queja de no tener criterio.
Todo el mundo se queja de su mala memoria; nadie de su poco entendimiento.
Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas.
Todo el que deja hacer lo que es capaz de hacer, peca.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.
Todo el secreto de gobernar consiste en saber cuándo es necesario quitarse la piel de león para ponerse la de zorro.
Todo el vacío de mi vida lo llena tu sonrisa.
Todo en el mundo es material y, de acuerdo con la ley universal, todo está en movimiento y constantemente está siendo transformado.
Todo en el mundo puede ser la metáfora de otra cosa en el mundo.
Todo en el mundo tiene un significado oculto.
Todo en el universo está sujeto al cambio. Hay solo una excepción: la muerte siempre sigue a la vida.
Todo en la creación es esencialmente subjetivo y el sueño es un teatro donde el soñador es a la vez escenario, actor, gerente, autor, público y crítico.
Todo es ahora luz desvanecida, tibieza, soledad, último amor...
Todo es animado y todo está lleno de dioses.
Todo es bueno cuando es excesivo.