No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que si es necesario es pensar todo lo que se dice.
No esperes al día en que pares de sufrir, porque cuando llegues sabrás que estás muerto.
No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo.
No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio.
No hay gente ineducada. Todo el mundo lo está; sólo que mucha gente está mal educada.
No hay revolución sin revolucionarios - los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos.