Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben.
Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano.
Me alegro de no haber sido hombre, porque entonces hubiera tenido que casarme con una mujer.
Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es insensato.
Mi corazón me duele a mí. Y no debiera dolerme a mí, porque no vive de mí, ni vive para mí.