No consideres como amigo al que siempre te alaba y no tiene valor para decirte tus defectos.
No debemos tomar la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender nuestras opiniones.
No es fácil estar sola, otras personas te miran con ojos impacientes como de sala de espera.
No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas.
No fue más que un poco de miel pero calentó mi cuerpo y en mi alma brilla aún como un gran sol.