Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios.
Para el que cree no es necesaria ninguna explicación; para quien no cree, toda explicación sobra.
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo.
Para entender lo que es la recursividad, hay que entender primero lo que es la recursividad.