El que habla en exceso y sin cordura raras veces pone en práctica lo que dice. El hombre noble nunca teme que sus palabras superen a sus obras.
El que no cree en la magia nunca la encontrará.
El que nunca fue cosa y después cosa lo hacen, cuando se pone a hacer cosas, ¡Dios mío que cosas hace!
El que por su gusto corre, nunca se cansa.
El que tiene buen corazón nunca es estúpido.
El que verdaderamente ama, nunca mira su provecho.
El rico nunca está satisfecho.
El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
El tiempo es lo único que llega gratis, y nunca es suficiente.
El trabajo que nunca se empieza es el que tarda más en finalizarse.
El único héroe valido, es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo.
El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.
El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
El valor nunca es mayor que cuando nace de la última necesidad.
El verdadero medio de ganar mucho consiste en no querer nunca ganar demasiado.
El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta qué punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces, más crueles con él que con nosotros mismos y tratémosle como a un igual.
Eludir el camino que todos conocemos. Seguir hacia adelante ruta de los que intentan lo que nunca pensaron y se sienten felices porque hay algo distinto, porque se desvanece de pronto lo que sobra y no existe el vacío si queremos colmarlo.
En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.
En el ejercicio de la autoridad, castiga poco, reflexiona mucho, pero no perdones nunca.
En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.
Encuentra la felicidad en tu trabajo o nunca serás feliz.
Engarza en oro las alas del pájaro y nunca mas volará al cielo.
Entre el mar -a donde nunca fui- y el viento que corre desnudo en las montañas, emplumado de palabras invento mi camino.
Es aliviador encontrar, en un libro de reglas o leyes, alguna que nunca to afectará.