El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma.