Cuando el día está bonito, sí, bonito
y no importa si el gobierno entero se va al carajo.
Después de haber besado sus cabellos de trigo, nada importa la culpa, pues no importa el castigo.
Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti.
La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.
Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace.