Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada.
Vuestra virtud es vuestro propio ser, y no nada ajeno a vosotros; es piel y disfraz.
Y de veras que nunca sabes lo pomposo que va a resultar algo hasta que lo ves impreso.
Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.